El poliéster es una tela muy popular en el mundo textil actual. No es una fibra natural, sino que es producida industrialmente. Fue inventado por primera vez en 1940 en el Reino Unido, y ganó popularidad en la década de 1970 con un anuncio que decía: “Podrás estar elegante durante 68 días sin necesidad de plancharlo”. De hecho, muchas prendas de la vida nocturna (o vida de discoteca, si lo prefieres) son hechas de poliéster debido a que, a pesar de la actividad constante, parecen planchadas.
El término “poliéster” significa “polímero sintético” y se produce a partir de productos derivados del petróleo. En términos sencillos, el poliéster es una especie de plástico.
Las telas hechas de hilos de poliéster son ampliamente utilizadas tanto en la confección de ropa como en trabajos de recubrimiento. También se mezclan con hilos naturales en su fabricación. Si revisas las etiquetas informativas de muchas de las prendas que compras, verás composiciones como 70% algodón, 30% poliéster. Debido a que el poliéster no se arruga y es flexible, se mezcla con fibras naturales para reducir las arrugas y proporcionar mayor elasticidad a las telas.
¿Por qué elegir tela de poliéster? Existen múltiples razones. Es un material brillante, resistente, flexible, suave y ligero. Se seca rápidamente, no requiere mucho planchado, no se arruga, mantiene la forma dada por la plancha durante largo tiempo, tiene un tacto suave y sedoso, es fácil de cuidar, se puede lavar a máquina en casa y no necesita limpieza en seco, lo cual es muy importante. Además, es resistente a las manchas, su color no se desvanece con los lavados y no deja marcas de uso. Es una excelente opción para evitar marcas de rodillas en pantalones y pijamas, que son un problema común con otros materiales. También, el poliéster no se ve afectado por polillas ni insectos dañinos, y no sufre por moho ni hongos.
***¡Es económico!
Gracias por elegirnos…